Palabras de Don Vicente Gerbasi Pronunciadas en el Acto de Incorporación a la Academia Venezolana de la Lengua como individuo de número ocupante del Sillón Letra "E". Paraninfo del Palacio de las Academias. Caracas el 30 de octubre de 1989 Academia Venezolana de la Lengua La poesía es una ecuación estética en la que van implícitas una gran carga vivencial y poderosas ráfagas de intuición creadora. No cabe duda que en la solución de esta ecuación, contribuye la sensibilidad. En ésta radica la posibilidad de ser poeta. Pero la sensibilidad por sí sola no basta. Es necesario ahondarla, depurarla, impregnarla de entusiasmo creador. y esto se logra mediante ef estudio y la meditación, es decir, mediante el trabajo. Siempre he dicho que la poesía es un ejercicio trascendental del alma expresado mediante el lenguaje. Ese es mi crierio sintetizado de la poesía. Ahora, este concepto es sumamente complejo, porque habría que comenzar diciendo cómo se forma un poeta. Si es que se forma, porque habría que decir también que el poeta nace. ¿Y de dónde nace? Nace de su propia alma. Y el alma es el ser. Y haciendo una digresión, no sabemos si ese ente se prolonga después de la muerte, y no quiero enredarme en este problema porque yo soy católico, apostólico y romano y por lo tanto tengo un dogma al cual obedecer. Cuando yo quiero decir que la poesía es un ejercicio trascendental del alma expresado mediante el lenguaje, quiero decir lo siguiente: que un ser que tiene vocación poética, o que nace con ese maravilloso don de escribir poesía, de hacer poesía, comienza a ser poeta desde el momento en que comienza a ver el mundo, es decir, a ver la naturaleza. Al ensimismarmos en la naturaleza, en el Universo, nos ensimismamos en la belleza. Nos ensimismamos en la creación. Nos ensimismamos en Dios. Y si nos ensimismamos en Dios admirando el Universo, la naturaleza en su permanente movimiento, es porque tenemos el pensamiento puesto en nosotros mismos, es porque estamos contemplando la belleza que Dios nos ha conferido. En ese estado de contemplación comenzamos a comprender que nosotros tenemos un puesto en el cosmos. Este estado de conciencia nos coloca en la desesperación, en la angustia metafísica, en el terror de la nada. Es por esto que a muchos nos gustaría estar en posesión de las matemáticas del cosmos para no vivir en la desesperación. Nos gustaría explicarnos el Universo con los números y no con las emociones para sufrir menos y estar más cerca de la libertad. Cuando el hombre, por la inteligencia, por el anhelo, se colocó en el centro del Universo, desde ese mismo instante se convirtió en el blanco de todas las potencías, de sus propias potencias. Desde ese momento soporta el peso del misterio. El hombre es el hombre porque tiene conocimiento del infinito y porque la inmanencia del infinito en él, lo hace necesariamente prometeico. En esta sítuacíón el poeta se siente obligado a expresarse, pero para hacerlo ha tenido que pasar por difíciles etapas de aprendizaje. EI trabajo fundamental del poeta es descubrir su propio ser, su propia alma, poner en evidencia, con todo el poder de sus sentidos, las experiencias que yacen en la luz y la sombra de sus abismos psíquicos. Y es al mismo tiempo el más dificil de los trabajos del poeta este trabajo que nos conduce a nuestra propia revelación, a la revelación del mundo, a la revelación de la realidad. Ve la manera reveladora como el poeta vea y exprese la realidad, aparece el realismo mágico, del cual tanto se ha hablado en Venezuela desde el año 1937, cuando comenzaba a trabajar el Grupo Viernes. En su evolución, la poesía ha llegado a exigir necesariamente lo que Rimbaud llamó "alquimia del lenguaje", es decir, una combinación o aleación de las palabras perfectamente ajustada a la vivencia, a los encantamientos que se quiera expresar, de modo que permita la estructura cabal del poema, sin que sobre ni que falte una palabra. Un poema es necesariamente un objeto de arte. Para lograr una fluida comunicación con el lector, el poeta ha de transmitir mediante la imaginación y el lenguaje, un profundo poder hipnótico que le permita traspasar lo que él siente y ve con proyección creadora. Debo decir que en lo que respecta a mí, es muy posible que el comienzo de mí proceso poético, desde que tengo memoria de mí existencia, esté basado en la contemplación de la naturaleza, en la melancolía, en los persistentes y alucinantes fenómenos oníricos, en las relampagueantes intuiciones, en los fantasmas que en mÍ casa hacían con ropa, sombrero y zapatos viejos de mÍ padre y que sentaban entre los naranjos, en una silla de cuero, bajo la luz azul de una lámpara de carburo; también comenzó con los espantos de fuego que el Tirano Aguirre movía en las montañas que rodean a Canoabo y en el crucifljo, con su inclinado rostro ensangrentado, en la luz de una débil lámpara de aceite en los ardores de la pared encalada de mí cuarto. Por la calle de arena corría un jinete sin cabeza. En el jardín de mi casa dejaban una tijera abierta a media noche para que las brujas cayeran entre los crisantemos. Creo que así podría comenzar la poesía en toda alma humana, especialmente si es del campo. Hasta que se llega a la síntesis mágica. Todo ser humano es un poeta, pero son muy pocos los seres que hacen poesía. Y esto no quiere decir que la mayoría de los hombres no pueda hacerla. No la hace porque no se dedica a ese difícil ejercicio, extremadamente complejo tanto desde el punto de vista psíquico, como desde el punto de vista estético. Si se toma en cuenta uno de los factores fundamentales que constituyen el mundo de la poesía, cual es el lenguaje, habría que decir que la poesía es la más alta forma de la expresión del hombre, ya que el lenguaje, el medio con que nos comunicamos, es la más depurada forma de superación de la naturaleza. EI hombre comenzó nombrando las cosas a manera de invento mágico. Dijo mamá y dijo papá. Dijo agua y dijo cielo. Dijo hambre y dijo sueño. Dijo hombre y dijo mujer. Dijo muerte y dijo Dios. Fue configurando una cosmógonía de deslumbramientos, de alegría, de terrores, de sobresaltos, de interrogantes. Esto nos permite entender en forma profundamente intuitiva, que la poesía posee las vivencias atávicas de la humanidad. La poesía es una oración. Para finalizar, quiero expresarle a esta llustre Institución mi mayor agradecimiento por haberme incorporado a ella, lo que constituye un gran honor para mí y para mi familia. |