En cierta ocasión, antes de la dictadura, a un amigo del grupo Viernes le propuse que nos fuésemos a visitar a Reverón. La familia de mi amigo y la mía llegamos hasta Macuto. Todos unos muchachitos que iban desde los tres hasta los catorce años. Ese día Reverón dijo: "Ah, mira Vicente, estoy haciendo algo muy especial, quiero mostrártelo". Nos llevó a un rancho que había hecho. En la puerta del rancho había una jaula con un canario de cartón pintado de amarillo y dijo: "Este es mi canario" y comenzó a silbar como el canario. En el rancho había una escalera de alambres que iba a una mezanina. Debajo de la mezanina había una señora (una muñeca) cosiendo en una máquina, hecha por él mismo. Al lado, a la izquierda, había un altar con una virgen y unos candelabros todos hechos con papel celofán. Había una vitrina con unas copas de papel celofán y un fondo de vino pintado por él. Entonces nos dijo: "vamos a ponernos en fila". Ordenó a los niños en escalera, de chiquitos a grandes. A mi me colocó adelante diciendo: "a ti te pongo adelante porque tu eres monseñor Pellín en esta ocasión, y ahora vamos a caminar hacia la virgen porque esta es una procesión que le estamos haciendo a la virgen de Coromoto". Tomó las copas de celofán que tenían un poco de vino pintado y nos la dio a cada uno: "ahora brindemos por la virgen de Coromoto",
y el tambien brindó junto con nosotros. Después, inmediatamente llamó: "Marqués de los Olivares", había arriba un señor vestido de frac con pumpá, un muñeco muy bien vestido, hecho por él, y una señora vestida de española
muy bella, con una peineta, como esas que van a
los toros. Dijo: "buenos días, señor Marqués de los
Olivares, buenos días señora Marquesa de los Olivares, les presento al poeta Vicente Gerbasi. a su
familia y a sus amigos". Entonces él mismo contestaba: "buenos días, señor Gerbasi" y con voz
de mujer decía: "buenos días, señor Gerbasi".
Luego explicó: "esto va a formar parte de una película que estoy haciendo sobre mí mismo, porque
en las películas que han hecho sobre mí, allí no estoy yo, yo voy a estar en la película que voy a hacer sobre mí mismo". A mí me pareció maravilloso todo aquello, fabuloso. Luego nos llevó a un lugar, a un cuarto, en otro rancho donde tenía lienzos de todos los tamaños, puestos en fila de lado y
lado como haciendo una gran calle. "Cuando yo
quiero ir a Nueva York vengo para acá. porque estos son rascacielos y yo me siento aqui, en Nueva
York".
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