ORACIONdel Hijo y del Espíritu Santo ruego que mi esposa Consuelo, quien murió el 3 de abril de 1990 y que en mi casa era la mujer de los helechos, pueda ahora cultivar un jardín del Paraíso. Tendrá toda la luz de la Santísima Trinidad, la claridad del comienzo y la claridad del fin en la flor de los almendros. Yo te regalaré, Consuelo, las orquídeas de los ríos de Venezuela, las flores moradas de los llanos lluviosos. Nuestros hijos te darán los lirios de Fra Angelico. Todos los ángeles te convocarán a una colina azul y tú podrás cultivar todas las flores y darme las primeras cerezas del Universo. |