Cuentos, Artículos y Ensayos



Los Libros y la Naturaleza

AUTOBIOGRAFIA DE LA TIERRA





Por Vicente Gerbasi     
(Especial para "El Nacional")

              Desde hace millones de años la Tierra viene escribiendo su auto biografía, y quien sabe durante cuantos millones de años más habrá de seguir dejando testimonio de su alucinante aventura. Para este trabajo se vale de los minerales, de la atmósfera, de los mares, de los ríos y de todos los incontables elementos de los cuales está compuesta.

              En estas agitadas y apasionantes memorias que la Tierra ha venido escribiendo, y mediante cuya lectura el hombre va ensanchando el campo de su sabiduría, no se ha podido encontrar la fecha exacta de su nacimiento, aunque ya se cuenta con unos cuarenta métodos para calcular la edad de nuestro planeta. Pero entre todos el más exacto es el que se funda en la radioactividad. Según este método, la edad de la Tierra es de unos 2.000 millones de años aproximadamente. Sinembargo, es todavía más vieja, porque esta cifra sólo corresponde a su edad geológica, revelada en las rocas después del advenimiento de la atmósfera y del agua. A esta cifra agregan los científicos unos 500 millones de años más, los cuales constituyen la etapa que va desde el momento en que el globo de gases se desprende del sol, y, girando en el espacio, pasa al estado líquido y luego al estado sólido. Así pues, se estima que la Tierra nació hace aproximadamente 2.500 millones de años.

              La evolución incansable de la Tierra se debe al movimiento perpetuo del Universo. En el espacio infinito todo está en movimiento. Asi sucede en este planeta que comenzó siendo un globo de gases y que hoy, después de eones de lenta evolución encierra en su seno fulgurantes piedras preciosas, otros innumerables minerales e infinidad de especies vegetales y animales, y esta evolución lenta. sistemática, y hasta podriamos decir, desesperante, continuará hásta ocultarse en el abismo de los tiempos.

              John Hodgdon Bradley, autor de "Autobiografía de la Tierra", nos dice que si dentro de cinco mil. años pudiésemos volver a nuestros lugares favoritos en las montañas o en las playas, probablemente encontraríamos muy escasos cambios. Tal vez el curso de un arroyo se habrá desplazado un kilómetro y la casa que antes se encontraba a escasa distancia de las olas del mar, estará ahora bajo el agua. Pero las características generales del paisaje serían las mismas.

              En cambio, si volviéramos dentro de cinco milliones de años nos quedaríamos asombrados por los cambios que se presentarían ante nuestra mirada. Las montañas serían ahora colinas bajas o simples llanuras. Es posible que en sitios donde antes vimos exhuberantes sembrados, encontremos ahora un extenso mar donde habitan nuevos peces. Veremos aves extrañas, flores que parecerán invenciones de nuestra imaginación, árboles de raro follaje, animales que nos asombrarían por sus inconcebibles formas, y el hombre mismo presentaría características diferentes a las nuestras.

              Muchos son los elementos que emplea la tierra para escribir su autobiografía: el viento y la brisa que grano a grano mueven montañas y cordilleras; los hielos que arrastran enormes rocas; los ríos que crean extensos valles y esculpen profundos abismos; los terremotos que desfiguran amplias zonas geográficas; los ríos subterráneos que corren en su noche eterna socavando las entrañas de la tierra y produciendo deslizamientos; los mares que avanzan en ciertas regiones y se retiran en otras; y entre éstos y otros numerosos factores, el hombre que, desde su aparición hace unos 500 mil años, ha venido escribiendo las más dramáticas y sobrecogedoras de las páginas que forman la autobiogralia de la tierra.